Un paseo por el Monasterio de Piedra 4
© Copyright Fernando Conde Torrens
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Unas visitas guiadas –
diez minutos y otra empieza –
explican al visitante
con gran detalle cómo era
la vida en el monasterio,
cómo se hace una nevera
con paja y hielo, carruajes
que para viajes se emplean,
cómo fabricar el vino
y cómo, al morir, se entierran:
Lo hacen en grupos de doce,
que doce Apóstoles fueran.
Y muchas cosas curiosas
que es difícil que se sepan
si uno no escucha a la guía
que tanto saber encierra.
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Un rincón del Parque (Fuente: Colección particular)
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Saliendo del monasterio
la propiedad es extensa:
De barranco tiene forma,
pero por una ladera
brota el agua generosa
que da cauce al río Piedra.
Brota de cien manantiales
que aquí y allá se dispersan,
salvando los desniveles
que la ladera presenta.
Crea así hermosas cascadas
que la mirada embelesan
y uno piensa en el motivo
de tanta magnificencia,
de tanta sobreabundancia
en tierra que es tan reseca.
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La cueva (Fuente: Colección particular)
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.Encontró Don Federico
una magnífica cueva
de acceso agreste y difícil
que ni las cabras siguieran
y agarrándola a la roca
afianzó allá una escalera,
para que los visitantes
acceder a ella pudieran.
El interior es inmenso
y en lo profundo se adentra;
tiene además gran altura
y la luz sólo penetra
por una gran abertura
que una gran cascada vela.
Montañas de agua que caen
impidieron se supiera
que una nueva maravilla
hizo la Naturaleza.
Es la “Cola de Caballo”
– ese nombre puesto lleva –
la cascada que ha ocultado
la existencia de la cueva.
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Cascada Caprichosa
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Hay tres cascadas mayores
y varias otras pequeñas.
La “Cascada Trinidad”
se visita la primera.
Quizás por eso te impacta
y la cámara se ceba
combinando posiciones
de cascada y de pareja.
Y siguiendo el recorrido
pasas ante una caverna
llamada de la Bacante,
subes luego una escalera
que facilita el acceso
a una explanada que reza:
“Mirador La Caprichosa”.
Del Mirador se contempla
una cascada aún mayor.
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(Fuente: Colección particular)
Los Chorreaderos (Fuente: Colección particular)
Doquiera la vista llevas,
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Doquiera la vista llevas,
sombra y luz de plata y oro:
Como oro luce la tierra
cuando el Sol sobre ella incide
y el polvo su luz refleja.
Hilos de plata resbalan
por las rocas, pues sobre ellas
mana el agua generosa
que las acaricia y mesa.
Como monedas de plata
ese ruido tintinea
y marca una sinfonía
que en ningún momento cesa.
Hay gente a tu alrededor
mas la finca es tan extensa
que la gente no te estorba
ni los niños te molestan.
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Paseando junto al lago (Fuente: Colección particular)
Cascada Iris (Fuente: Colección particular)
Para seguir adelante
se baja por otra senda
que por el monte desciende
y entre árboles serpentea;
la “Cascada de los Fresnos”
corre gozosa a tu izquierda.
Si abandonas el sendero
y asciendes por la ladera
verás que las tres cascadas
vienen de fuente pareja:
El agua brota a raudales,
que la vomita la tierra.
Huelgan aquí las palabras,
es precisa la presencia.
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(Continuará, pero sólo un día más)
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Siguiente artículo: El Monasterio de Piedra y 5.
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……….Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «Año 303. Inventan el Cristianismo», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://sofiaoriginals.com expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.
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