Pintura 30 Velázquez
© Copyright Fernando Conde Torrens, el 3-9-2.007
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……….Bienvenido, amigo lector, al blog de los paréntesis. Sépase que hace siglos decidimos hacer un paréntesis en la exposición y defensa de nuestras investigaciones bíblicas y comenzamos con la Historia de la Humanidad, también llamada «tribu». Puestos a hacer las cosas bien, o al menos así lo pensábamos, comenzamos por el big bang. Vino luego el Paleolítico, largo período liquidado en un artículo, el Neolítico, y luego Egipto. Cierto que, como buenos europeos, hemos pasado un tanto de Asia, y de Egipto, país que me encanta, aun sin haberlo visitado, nos pasamos a Grecia, donde sí hemos estado, si bien no lo suficiente. Y ahí estamos, en pleno siglo V, sin decidirnos a entrar en la Guerra del Peloponeso, de tan infausta memoria. El siglo de Pericles me es mucho más querido.
……….Cuando vimos con cierto detalle la cerámica griega, surgió la idea de ver distintas manifestaciones del arte antiguo y pasamos, como sin querer, al mosaico. Trazada la historia del mosaico hasta nuestros días, se coló de rondón la Pintura en este blog. Tenía a su favor que la Pintura reproduce las cosas con más rigor que el mosaico y la cerámica. A más a más, que dicen algunos, un servidor fue pintor antaño, pintor aficionado fuerte, de los que hacen Exposiciones y hasta venden cuadros. Enseguida diré que mi afición me costó dinero, no logré amortizar los gastos en marcos. Marcos de madera e hispanos, no alemanes.
……….El reto, no resuelto al iniciar la serie, era averiguar cuándo y dónde se inventó la Pintura. Distinguiendo entre Pintura, con mayúsculas, y los dibujos coloreados con tintas planas, o monocromo, que es lo que hacían egipcios y helenos. Dedujimos, con aportación de pruebas gráficas, que la Pintura la inventaron los etruscos, la copiaron los romanos – que en copiar eran vivos – y éstos la exportaron a lo ancho de su Imperio, como no podía ser de otro modo. Luego, pasamos a ver cómo la Pintura superó la invasión bárbara y se consolidó con el Renacimiento. Y luego hemos visto dos de mis Pintores favoritos, Miguel Ángel y El Greco. Como ya está anunciado, hoy nos toca Velázquez, otro de mis pintores estrella. De forma que si la Historia de «la tribu» es un paréntesis, Cerámica, Mosaicos y Pintura son un paréntesis dentro del paréntesis general.
……….Pero vayamos con Velázquez, otro Pintor, como los dos anteriores, que triunfaron a las primeras de cambio. La verdad es que prefiero un Pintor cuyo arte sea reconocido de inmediato y medre, prospere y viva de su arte, a otro – pobrecillo – que tiene que morirse para volverse famoso. Esto, dicho en román paladino, es una «putada». Y un ejemplo típico fue Van Gogh. Tengo entendido que vendió un solo cuadro en toda su vida. Ya me dirán la fuerza de voluntad que hay que tener para seguir, «erre que erre«, dándole al pincel empeñado en que todo el mundo se equivoca menos uno mismo respecto a uno mismo. Pero Velázquez no me gusta por su rápido triunfo – ni tampoco los dos anteriores – sino por su modernidad, su realismo, su pincelada sobria, certera, sin afectación.
……….Velázquez (1.599-1.660) fue Pintor de cámara, lo que le restó tiempo para pintar. Como contrapartida pintó a la familia real y a numerosos personajes influyentes de la Corte. Velázquez pintó retratos ilustres, unos pocos paisajes, algunos temas mitológicos, algún escaso cuadro religioso y algunos cuadros costumbristas, o retratos de personajes anodinos. He obtenido las imágenes de tres libros, que me compré cuando pintaba algo, que tratan de Velázquez:
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La Pintura en el Barroco, Espasa Calpe, 1.988,
Velázquez, de la Gran Biblioteca Sarpe, 1.979, y
Obras Maestras de la Pintura, de Editorial Planeta, 1.982.
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……….Esto da idea de cuándo el que esto escribe se dedicaba a la Pintura. Hace años que ya no pinto nada en casa. Tuve que abandonar la Pintura para dedicarme a la investigación sobre temas más serios, en lo que llevo ya 22 años.
……….Iremos viendo la historia de nuestro pintor invitado y, para ir pasando por su vida, he colocado los cuadros según orden cronológico. Veamos algunos de sus cuadros primeros. El que sigue lo pintó a los 19 años.
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Mujer friendo huevos. Año 1.618. Óleo sobre lienzo, 94×179. Edimburgo, Galería Nacional de Escocia.
(Fuente: La Pintura en el Barroco, Espasa Calpe, 1.988.)
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……….Ocho años más tarde, cuando ya ha triunfado en Madrid, pinta El triunfo de Baco, o Los borrachos. Como se ve, Baco va decorosamente vestido y está sobrio, no como el de Miguel Ángel. El contertulio del sombrero está a punto de hipar y el que está a su izquierda lo ve todo borroso, a pesar de su sonrisa. Nótese el cuidado que pone el pintor en detallar esos pequeños objetos de uso cotidiano, como la jarra de vino que yace a los pies del dios, que podría formar parte de un bodegón, o las hojas de parra que enmarcan al fauno «pelota». En el cuadro de la freidora, los utensilios de cocina están tratados con lujo de detalles también.
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Los borrachos, hacia 1.626. Óleo sobre lienzo, 165×225. Museo del Prado, Madrid.
(Fuente: La Pintura en el Barroco, Espasa Calpe, 1.988.)
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……….El próximo día nos dedicaremos a los retratos que hizo Velázquez a personajes notorios. Hoy comenzamos por el monarca para el que trabajó, Felipe IV.
……….Felipe IV, hijo de Felipe III y de Margarita de Austria (1.605-1.655), nació en Valladolid y murió en Madrid. Reinó 44 años, si bien no se dedicó grandemente al gobierno, sino a sus aficiones. Gobernó mediante validos, lo cual ya se había puesto de moda en tiempos de su padre. El conde duque de Olivares fue el primero, hombre bienintencionado, pero no demasiado buen político, dominó la política española de 1.621 a 1.643. A su caída le sucedió D. Luis de Haro, marqués del Carpio, que tampoco estuvo a la altura de las dificultades por las que atravesaba el reino. Mientras estas cosas pasaban y se perdían casi todas las guerras emprendidas por nuestros bienintencionados validos, Velázquez y otros ilustres literatos y pintores, como Calderón de la Barca, Fernández Montañés, Cano o El Greco, escribían obras inmortales o eran testigos y divulgaban las gestas más gloriosas de allende nuestras fronteras, las únicas que nos eran favorables.
……….Se dice que Felipe IV era poco agraciado, forma sutil de decir que era francamente feo. No obstante, Velázquez sabía sacarle su mejor cara, como nos lo demostrará en los retratos del rey que vamos a ver. El primero, el monarca a caballo. Fíjese bien el lector en el cuadro, a ver si deduce algo sobre la historia del mismo.
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Detalle de Felipe IV, a caballo. Hacia 1.622. Óleo sobre lienzo de 301×314. Museo del Prado, Madrid.
(Fuente: La Pintura en el Barroco, Espasa Calpe, 1.988.)
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……….El lector puede ver una especie de línea detrás de la armadura en su parte superior y otra línea más gruesa todavía en lugar análogo por delante. También el rostro está «aureolado», atrás, en la gorguera, y por delante. Eso se debe a que Velázquez en una primera versión pintó a Felipe IV más «macizo». Luego, comprendió que, aunque el modelo fuera así, quedaría mejor si lo «adelgazaba». Y lo hizo. La pintura estaba ya seca. Velázquez raspó y pintó encima un nuevo trozo de cielo. ¡Pero el cielo era de color claro y lo borrado era más oscuro! En un primer momento la pintura nueva tapó la huella primera y no se notó. Pero pasaron muchos años y el resto de pintura oscura de la primera fase fue «saliendo», hasta que hoy puede verse lo sucedido hace 385 años …
……….Estamos con una respetable resaca, fruto de un mes de asueto mal asimilado, por lo que dejamos el tema en los retratos y el próximo día ofreceremos al lector 6 retratos de la familia real de Felipe IV y el del Conde-Duque valido. Lo que tienen de bueno es que los firma Velázquez. Y de paso conoceremos algo de su historia.
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Siguiente artículo: La Pintura 31. Velázquez y el retrato real.
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……….Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «Año 303. Inventan el Cristianismo», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://sofiaoriginals.com expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.
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