.Dejemos que las imágenes que se presentan en nuestra mente espontáneamente sigan su curso, a pesar de los sentimientos tan densos que despiertan en nosotros. No tratemos de escapar de ellas. Se trata de comprenderlas, estudiarlas con detalle. Ahora tenemos que demostrar cierta habilidad imaginativa. Debemos de comprender la historia que estas imágenes nos están narrando sobre nosotros mismos, sobre lo que hemos sufrido, tanto en esta vida como en otra que parezca fruto de nuestra imaginación. No importa que la historia contenga otras escenas diferentes a las que recordamos haber vivido. Lo que importa es identificar esos sentimientos en nosotros y qué tipo de experiencia los provoca. Inventemos una historia si queremos, pero el efecto en nuestras carnes debemos reconocerlo inmediatamente. Mundos y Planos Paralelos 12
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Hasta ahora esa historia tenía un final que nos dejaba inmersos en unas sensaciones muy negativas para nosotros: Abandono, rechazo, sumisión, despotismo… Añadamos con nuestra imaginación un trozo más en la película: Le vamos a añadir un segundo final, que debe contradecir el que tenía hasta ahora.
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Por ejemplo, estamos viendo a una niña abandonada por su madre a su suerte, cuando no tenía posibilidad de sobrevivir dada su juventud y pensábamos que lo hizo para salvarse ella, sin importarle la suerte de su hija. Continuamos la historia y vemos a la madre morir pensando en que su sacrificiohabrá servido para que la niña tenga, al menos, una oportunidad de sobrevivir, y sentimos el amor desgarrador que sentía por ella y el dolor de separarse del ser más amado por ella, sin que pueda tener la oportunidad de verla crecer y disfrutar de la vida. Llora mientras muere esperanzada, porque su hija estará corriendo mejor suerte que ella. Debe de ser un final perfectamente plausible y convincente.
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Durante este paso, podemos apoyarlo realizando varios movimientos sacádicos con los ojos. Recomendamos un entrenamiento previo de este movimiento, que podemos realizarlo con los ojos abiertos o cerrados, pero debe de ser un movimiento continuo como si leyéramos un libro. Es útil imaginarse unas líneas de lectura delante de nuestra mirada para simular este movimiento. El ritmo puede ser aproximadamente de un segundo cada vez que barremos en un sentido y en otro nuestro campo de visión, y podemos detenerlo cada 20 segundos, para volver a reanudarlo tras descansar.
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Habrá que repetir los tres pasos anteriores varios días, hasta que empecemos a creernos que el verdadero final de la historia nos lleva a una Energía muy diferente de aquella a la que inicialmente nos transportaba. Estamos sustituyendo enlaces neuronales. Da igual la historia. Siempre tenemos una percepción muy limitada de los hechos. Hubo mucho más de lo que percibimos cuando se generó nuestro Trauma.
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El Trauma siempre viene dado por una interpretación limitada de la verdadera realidad. Si hubiéramos estado en el pellejo de quien ocasionó el desastre, probablemente hubiéramos actuado igual. Y no quiere decir que esté bien, sino que estaba condicionado por determinadas circunstancias, que le hicieron cometer ese acto que consideramos injusto y del que somos víctimas.
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Lo importante en cambiar nuestra reacción ante el recuerdo del suceso, aunque no recordemos el verdadero origen. Vamos a servirnos de un simulacro, lo interesante son los resultados, no lo verídico de la historia revivida. Somos capaces de revivir cualquier historia que visualicemos, aunque sea ficticia. Lo que no debemos hacer es que la historia inventada, por ejemplo, intente justificar la actuación sádica de un agresor nuestro, de forma que tengamos nosotros la culpa de que nos agrediera y debemos no guardarle rencor. Eso no encauza la Energía negativa de nuestro trauma. Al contrario, intensificaría nuestro sentimiento de culpa, de no merecer un buen trato, de rechazo hacia nuestra persona.
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Hay que identificar correctamente la naturaleza de nuestro dolor, y tener la habilidad suficiente para crear un final que anule nuestras falsas creencias, que nos persiguen como fantasmas allí donde vamos. Podemos pedir ayuda a otras conciencias para que nos ayuden a dar un final correcto a esa historia que nos muestra el Plano del Trauma.
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Otro tipo de sueño – lo que podemos identificar como una pesadilla – puede ser en realidad una solicitud de ayuda de conciencias atrapadas en un Plano Paralelo de alta densidad de sufrimiento. Podemos depositar nuestra Energía elevada en sus Planos, para permitirles escapar de ellos, si conseguimos que se identifiquen con dicha Energía de más alto nivel, libre de densidades.
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Esta capacidad de ayuda la tenemos sólo mientras estamos dotados de un cuerpo físico con las capacidades de una mente física. Por eso acuden a nosotros.
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Foto: Cortesía de MJC. Siguiente artículo: Complementando, los mentales.
Fernando Conde Torrens es autor de «Simón, opera magna», «El Grupo de Jerusalén», «Año 303. Inventan el Crstianismo», «La Salud» y una serie de artículos sobre el mundo de las ideas. En https://sofiaoriginals.com expone los resultados de sus investigaciones sobre la eterna búsqueda del ser humano.
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Mundos y Planos Paralelos 12 Aportación de M.
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